Las mujeres llevaban una túnica rectangular hasta los tobillos, sujeta con un cinturón, y una capa sobre los hombros, que se sujetaba en el pecho con un alfiler de metal (tupu); se cubrían la cabeza con un pañuelo. Muy atento el portero azulón par acompañar el disparo del murciano que se marcha fuera. En la década de 1780 fue la moda inglesa la que empezó a triunfar en el continente, una moda cómoda y sencilla de origen rural: los hombres llevaban un frac cortado en ángulo recto y abrochado, con un chaleco corto y pantalones que se introducían en unas altas botas.