Los funcionarios llevaban vestidos de colores según el rango: de abajo arriba en la jerarquía, azul, verde, rojo y púrpura. Para la noche, los vestidos eran más largos, de inspiración clásica, con rosetas en las caderas y colas y polisones en los bajos, con escotes pronunciados, tanto delante como sobre todo detrás, donde el escote solía llegar hasta la cintura, mostrando la espalda; se solía combinar con una cinta para el pelo adornada con plumas o rosetas, así como estolas o boas de plumas para el cuello y numerosos objetos de bisutería.