Cuando uno de nuestros caballeros hizo su solicitud a una familia de la mejor clase, la señorita destinataria de la misma respondió lo siguiente: ‘Cualquiera de estas jóvenes señoritas se sentiría honrada por su petición, pero primero debe hacerme un regalo adecuado y debe venir a dormir con nosotros aquí, equipacion del real madrid porque la luz del día no debe ser testigo de ninguna de las maneras camisetas real madrid de tales hechos.