En el rococó, desarrollado en la parte central del siglo, la moda se volvió más exuberante, encaminada sobre todo a resaltar la elegancia. La moda se relacionó cada vez más con la cultura del momento, la música, la literatura, las artes visuales: fue la moda pop, que traslucía un sentimiento renovador, basado en la cultura popular, con exaltación de la juventud como valor positivo universal y una mayor preocupación por la creación de una moda de alcance masivo, dirigida a todos los públicos y a cualquier poder adquisitivo.