Se llegó a un arreglo con casi todos los jugadores pero la principal figura, Fernando Redondo, es convencido por Jorge Solari para que fichara por el Club Deportivo Tenerife, en ese entonces en la Primera División de España, camisetas del real madrid y a pesar de tener múltiples ofertas del fútbol italiano. Enseguida la prensa arremetió contra el club y su gestión, acusándolo de profesionalismo por haber regalado un par de botas a cada uno de sus jugadores.