La mayoría de sastres de renombre se encontraba en torno a la calle Savile Row, en el centro de Londres. Tuvo su epicentro en la boutique Sex (posteriormente Seditionaries), en King’s Road (Londres), propiedad de Vivienne Westwood y Malcolm McLaren, donde se vendían prendas de inspiración fetichista. En la temporada 1981/82, la situación económica es tan difícil que se hace imposible el cobro de los jugadores.